ECHAR AGUA NO ES REGAR
En últimos años se han realizado esfuerzos importantes en la mejora de las redes de distribución de agua y la inversión en sistemas de riego más eficientes. Sin embargo, para asegurar un uso eficiente del agua a nivel de parcela es necesaria también una buena planificación y programación del riego.
¿Por qué es importante gestionar bien el riego?
La profesionalización de la gestión del agua en parcela permite aportar el agua que necesita el cultivo en el momento y cantidad adecuados; y gracias a ello:
- conseguir mejoras en la producción y la calidad
- racionalizar los costes del uso de agua, energía y fertilizantes
- rentabilizar parcelas situadas en suelos marginales (ej.: salinidad)
- largar la campaña de riego
- reducir el impacto ambiental
- entre otros beneficios.
Por tanto, es evidente que no se trata de un aspecto trivial.
Desde LabFerrer proponemos una metodología para la gestión eficiente del riego en parcela, que se basa en:
- PLANIFICACIÓN o ESTRATEGIA: Plan o calendario de riego con las necesidades de agua del cultivo (mm) en base diaria, semanal o mensual. Para su cálculo se utiliza la ETo (mm), Kc y particularidades de la fenología del cultivo y objetivos productivos específicos. Adicionalmente, se recomienda tener una noción sobre el pulso y frecuencia óptimas de riego, en base a la época de máxima demanda, la profundidad de suelo a regar y la capacidad de retención de agua del mismo.
- PROGRAMACIÓN o TÁCTICA: Toma de decisiones sobre el momento y dosis de riego más convenientes a lo largo de la campaña de riego. Estas decisiones se toman en base a observaciones periódicas (monitorización) del suelo, del ambiente y del cultivo (ya sea visual o mediante sensores). De todos estos parámetros, la monitorización de la humedad del suelo se ha mostrado como una de las técnicas más eficaces y viables en fincas comerciales. A partir de esta información podemos determinar, para nuestras condiciones particulares: la frecuencia y pulso de riego óptimos, el ritmo de absorción por parte de la planta, evitar pérdidas de agua por percolación, situaciones de estrés hídrico o de anoxia en raíces, manejar de forma más eficiente las sales, etc.
- EVALUACIÓN Y MEJORA: Consiste en el cálculo de indicadores de eficiencia en el uso del agua al finalizar la campaña de riegos; para evaluar cómo se ha hecho la gestión del riego y establecer acciones de mejora para campañas siguientes. Y además, por ejemplo, poder emitir informes de uso sostenible del agua o cumplimiento de estándares de certificación.
Sin embargo, en finca, habitualmente nuestros recursos económicos y de tiempo son limitados. Por tanto, estableceremos acciones que nos permitan comprender la complejidad del conjunto agua-suelo-planta, pero que al mismo tiempo simplifiquen el sistema lo suficiente para poder llegar a determinar patrones de comportamiento, que nos faciliten la toma de decisiones en campo.
En nuestra opinión, debemos apostar por el uso de sensores, que complementen las observaciones visuales. Estas tecnologías deben adaptarse a nuestras necesidades y presupuesto; y ser al mismo tiempo precisas, robustas y asequibles.
Un ejemplo de sistemas de apoyo para la toma de decisiones de riego, basado en sensores de humedad de suelo y otros parámetros, es ECH2OSYSTEM ®.
Información relacionada:
– “Mejorar la gestión del riego en parcela». Artículo sobre una experiencia práctica de optimización del riego a nivel de parcela