Preguntas como: ¿Qué tipo de sonda elegimos?, ¿Es mejor medir el potencial o el contenido volumétrico del agua en el suelo?, ¿Qué sonda es más precisa?, ¿Necesito calibrarlas?, etc. son muy frecuentes a la hora de plantearnos monitorizar la humedad del suelo de nuestra parcela.

 

¿Qué tipo de sonda elegimos?

Existen en el mercado un extenso surtido de sondas y sistemas para medir la humedad del suelo. Excepto los tensiómetros, el resto de sondas utilizan métodos indirectos de medida, o sea: miden una propiedad eléctrica en el suelo y utilizan una función de calibración calculan la humedad del suelo.

La elección del tipo de sonda y la satisfacción final, es un compromiso, entre:

 

¿Es mejor medir el potencial o el contenido volumétrico del agua en el suelo?

Si medimos el potencial del agua en el suelo (Tensiómetros, sondas Watermark®, etc…), el criterio para regar es el del potencial umbral, valor a partir del cual a la planta le cuesta más energía absorber el agua del suelo y por lo tanto se intenta evitar estrés hídrico.  En este caso, las sondas de potencial permiten saber el momento de regar, pero es mucho más difícil que den la información necesaria para ajustar la dosis de riego, saber si estamos perdiendo agua (y fertilizantes) por percolación, conocer cómo se mueve el agua en el suelo o visualizar el ritmo de absorción por parte de la planta.

 

Si estamos interesados en estos últimos aspectos, sería más recomendable monitorizar el contenido volumétrico de agua en el suelo.

Los sistemas con sondas capacitivas registran en continuo la humedad del suelo en contenido volumétrico, (m3 agua· m-3 suelo) a distintas profundidades. Por tanto, mediante la observación de los gráficos y alguna transformación numérica se puede estimar la dosis y el momento de riego, además de poder observar cómo en los eventos de riego/lluvia el agua entra, se almacena en el suelo y es absorbido por las raíces. Esta información permite al técnico de la finca tener un modelo conceptual del comportamiento del agua en la parcela, y en consecuencia evaluar los efectos de las condiciones climáticas y de las decisiones que vaya tomando.

De todas formas, también podemos monitorizar simultáneamente ambos parámetros en una misma parcela. Esto se ha visto de gran utilidad, por ejemplo, en fincas dónde aplicamos riego deficitario controlado y el potencial nos ayuda a fijar el límite máximo de estrés, sin pasarnos.

 

¿Qué sonda es más precisa?¿Necesito calibrarlas?

Para programar el riego, la mayoría de sondas existentes en el mercado tiene una exactitud más que suficiente (Fonseca y col., 2007) y por tanto no es necesaria una calibración específica.

En la práctica, la exactitud y precisión finales de una sonda depende sobre todo, de la calidad de la instalación.

La correcta instalación de las sondas es el punto más crítico para asegurar la calidad de los datos de humedad del suelo

 

¿Cuál es el volumen de exploración de la sonda?

Es importante conocer esta información. Y nos la debe facilitar el fabricante de la sonda. Por ejemplo, en el caso de Decagon:

¿Cuántas sondas tengo que colocar por hectárea? ¿Es suficiente un único PC dentro de la parcela?

Se entiende por Punto de Control (PC), la unidad mínima de registro, formada por sondas de humedad (de 3 a 5, normalmente), un datalogger donde se registran en continuo los datos de humedad de cada sonda y sensores ambientales, si los hubiera.

La clave a esta respuesta está en la capacidad de dividir la finca en unidades de manejo. La Unidad de Manejo (UM), es una superficie homogénea en cuanto a la especie y variedad, tipo de suelo y sobretodo, corresponde a un sector de riego independiente. Por tanto, un PC es representativo de la UM en la que está instalado.

Con este único punto, no se pretende tener un valor promedio de todo el sector ni saber la humedad en todos los puntos. Lo que se pretende es tener un indicador del estado de humedad del suelo y saber cómo la lluvia y el riego se infiltran y almacenan en el suelo y cómo las raíces van absorbiendo el agua. Con este indicador, podríamos pues guiar el riego de toda la UM.

De todas formas, para que esto se cumpla es necesario que en la UM:

 

¿Dónde colocamos las sondas?

Una vez localizada la zona dentro de la UM donde monitorizar la humedad del suelo, es necesario decidir el punto exacto de la UM dónde se emplazará el perfil de sondas.

Hay que tener muy presente que, el volumen de suelo que explorarán las sondas servirá para guiar el riego de la totalidad de la UM. Y también, tener siempre en mente que el volumen de suelo monitorizado deberá reflejar claramente los riegos y la lluvia y el ritmo de absorción de agua por parte de la raíces. En base a estas premisas determinaremos el punto donde se.

En este punto, es el momento de decidir dónde se colocará cada sonda en el perfil del suelo.

Para una plantación de frutales con riego localizado, las profundidades típicas a las que se colocan las sondas son:

–       Sonda Superficial: 15-30 cm.  Sonda que detecta los riegos y la lluvia. Zona de alta actividad radicular y de evaporación (cuando el suelo está húmedo).

–       Sonda de Control: 30-45cm. Sonda para definir el Frente de Humectación y controlar la dosis de riego (Pulso de Riego). Zona de alta actividad radicular y que por tanto refleja el ritmo de absorción de agua por la planta

–       Sonda de Drenaje: >45cm. Sonda situada por debajo de las raíces del cultivo, que detecta riegos de excesiva duración y eventos de drenaje. Permite ver si hay raíces activas a capas profundas.

Las profundidades que se detallan anteriormente son orientativas, y hay que adaptarlas a la combinación de suelo, clima y cultivo. La observación in situ de la densidad radicular y de la forma y tamaño del bulbo húmedo será crítica a la hora de definir las profundidades a monitorizar.

 

¿Qué pasa si al instalar las sondas modificamos la estructura del suelo?

Al instalar las sondas en el suelo se debe procurar mantener la estructura original del suelo, siempre que las condiciones del suelo lo permitan. En todos los casos, es necesario considerar un periodo de reconstitución de las condiciones originales del perfil  del suelo que hemos modificado al instalar las sondas antes de considerar que los datos son fiables (Fonseca y col., 2008). El tiempo de equilibrio será variable, dependiendo de los ciclos de humectación y secado que hayan ocurrido.

 

Éstas son solamente algunas de las preguntas más frecuentes. Si tenéis más preguntas sobre este tema, contáctenos e intentaremos ayudarle: info@lab-ferrer.com / 973532110